Ponte en mi lugar

En primer lugar, hoy quiero agradecer a aquellas mujeres que me habéis felicitado en privado por la creación de mi blog. Me enorgullece muchísimo y me llena de fuerza para continuar. Así que a todas vosotras, GRACIAS!

Hoy quiero hablaros de la empatía, a saber, la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, capacidad fundamental para desenvolvernos en sociedad. Nos permite entender mejor a los otros y nos puede ayudar a alcanzar tanto el éxito personal, en las relaciones con la familia y los amigos, como el profesional, favoreciendo que seamos más sensibles a las necesidades y deseos de aquellos con los que trabajamos.

Las personas más empáticas son con mayor probabilidad más felices, ya que poseen un mayor grado de comprensión y aceptación de las situaciones o del porqué de determinadas conductas en los demás.

Si soy capaz de ponerme en el lugar del otro, puedo aceptarlo y comprenderlo aunque no comparta todo lo que es, piense o diga. Y es que si todos los seres humanos pudiésemos desarrollar este don de ponerse en el lugar del otro para comprender su vivencia, para comprender el por qué de su declinar, para, en definitiva, aceptar que es diferente a mí y que por ello no ha de suponer una amenaza, peligro o enemigo al que combatir, cualquier lucha cesaría; cualquier conflicto se evitaría. La pelea no tendría sentido.

Por otro lado no se trata de ponerse en el lugar del otro olvidándose de uno mismo, sino que una vez que yo me acepto, comprendo y respeto, puedo hacerlo con los demás.

La educación en empatía es el camino hacia la no violencia, porque favorece la tolerancia, la convivencia, el respeto y la solidaridad.

Sólo ponte en mí lugar, y el resto sale solo.

Me despido con esta frase de Dalai Lama “En la práctica de la tolerancia nuestro peor enemigo es el mejor maestro.”

Espero hayáis disfrutado del post de hoy! Besos y abrazos para todos!